El final de nuestra licenciatura se va acercando y como este grupo de tortillandos vive en su totalidad por el centro de Cádiz, hemos dejado para casi el final nuestro conocido y querido almacén de ultramarinos Veedor.
Conocido establecimiento que según investigaciones del propio Paco Chicón, propietario del ultramarinos desde 1976, abre sus puertas entorno al 1850.
En Cádiz llegaron a existir hasta 800 tiendas de ultramarinos llevados por los montañeses conocidos en Cádiz como chicucos. El almacén de Veedor es uno de los que, y a pesar de la última reforma que se llevó a cabo en 2002 , sigue conservando la estructura y el encanto de este tipo de establecimientos.
Un lugar, para mi ,lleno de recuerdos de infancia aderezados con las millones de historias y anécdotas que mi padre, vecino de la calle del Carmen en el mismo barrio del Mentidero, me ha contado.
Con estos referentes nos dirigimos alegres y tranquilos al local, como buenos alumnos que llevan la lección bien aprendida y repasan satisfechos sus apuntes con la confianza del éxito garantizado.
Una vez allí comenzamos la lección catando la tortilla recomendada y unas cuantas más porque, y para los que aún no lo sepan, actualmente una de las especialidades de la casa son la variedad de tortillas de las que disponen.
Continuamos la clase con algunas de sus especialidades y con el exquisito y más que recomendable queso curado. Todo ello aderezado con la manzanilla de rigor , caldo que conservan en barricas en el propio almacén.
La valoración de esta tortilla es de un notable alto, alcanzando la media una puntuación de 7,98. Destacando además de la tortilla en si, aspectos como la decoración del local y la calidad de otras tapas.
Una lección que repetiremos pronto seguro, aunque la próxima vez acudamos como oyentes.
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