jueves, 24 de mayo de 2012

Embarque en Sanlúcar de Barrameda

Ayer tuve la oportunidad de acercarme a Bajo  de Guía, en Sanlúcar, para disfrutar del embarque de las hermandades hacia la aldea almonteña del Rocío. 

Aunque parezca mentira y siendo gaditano de nacimiento, jamás he estado en el Rocío, ni tampoco había acudido a Bajo de Guía en día como el de ayer, por muchos y muy buenos comentarios que había recibido de mis amigos y familiares, recordándome todos ellos que el ambiente de Sanlúcar era especial, muchísima gente, similar a un día de carnaval, cantando y bailando mientras iban embarcando las hermandades. 

Ayer llegaría a eso de las 15:00 hora, quedando pendiente por cruzar las hermandades de El Puerto y de Jerez. Nada más llegar, en la zona de los restaurantes, me di cuenta que había numeroso público, pero tranquilo, muchas personas comiendo en las terrazas y otras en las barras de los establecimientos, pero el ambiente no muy distinto al de un domingo especial, tan es así que al entrar en Casa Secundino, me ofrecieron una mesa en la terraza, en primera línea con vistas al coto y al embarque. 

Mientras alimentaba mi cuerpo con varias exquisiteces destacando unos impresionantes boquerones fritos, pude ver el embarque de la hermandad del Puerto, mucho jeep, caravana, autocaravana y demás vehículos a motor y lástima que esta hermandad ya no lleve ninguna de las típicas carretas rocieras, está claro que la modernidad y las comodidades se van imponiendo poco a poco a la tradición.

Con el estómago ya contento, me acerco a la esquina donde las hermandades enfilan hacia la playa y las barcazas y donde se encuentra una pequeña capilla dedicada a la patrona de los marineros, allí parado se encontraba el "simpecado" de la hermandad de Jerez y varios fervorosos devotos no paraban de cantarle, suponiendo éste el momento más entrañable de la jornada. 
"Simpecado" de la Hermandad de Jerez

Tras contemplar el paso del "simpecado", el ambiente en la zona de los restaurante era ya prácticamente nulo, muy pocas personas quedaban allí y tan sólo, en un callejón cercano, quedaba un grupo de gaditanos, maduros pero juerguistas, que con guitarras y cajón animaban al personal con rumbas y sevillanas. 

Carretas de la Hermandad de Jerez. 

Finalizada la improvisada actuación, los bares cerrando y el ambiente entristecido nos dicen que debemos volver a Cádiz, tras haber pasado una muy tranquila jornada en un lugar maravilloso como es Bajo de Guía y viviendo de primera mano cómo ésta crisis con la que embarcamos hace años sigue destruyendo costumbres, alegrías e ilusiones de nuestra tierra. 

1 comentario:

  1. ... Se va el niño pal pollo
    de una manera mu vacilona
    aaaahh pollo te vi a dar
    ajin como te lo comas
    este pollo es pa mi
    tu te vas a comer la blanca paloma.

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