Este sábado, los tortillando del equipo de Cádiz Opinión, decidieron continuar con sus lecciones. Pero sin ganas de realizar grandes desplazamientos, se optó por llevar a cabo las lecciones pendientes de "Puertatierra". El día estaba así de aquella manera, con lluvia, viento, es decir, algo desagradable.
Nuestra primera opción fue acercarnos al Bar Loanca, este bar se encuentra en la calle Almilcar Barca 29, a pleno pie de la playa Victoria, en la zona conocida por los gaditanos como Isecotel.
Nada más adentrarnos por la esquina donde se encuentra el establecimiento, un vendaval nos empujaba y quería impedirnos que llegáramos al bar para degustar nuestra tortilla, y aunque nos costó trabajo, al final llegamos a la puerta, eso sí con los pelos un poco a la usanza punk y lamentándose más de uno por haber usado el peine esa mañana.
Al entrar, éste se encontraba bastante lleno de público, pero rápidamente el camarero amablemente nos indicó una mesita que se había quedado libre. El bar es un establecimiento no muy grande y mas bien estrecho, con unos magníficos ventanales que dan al paseo y por tanto a la playa y al mar. Quizás por tener estos magníficos lienzos en sus paredes, el resto de la decoración es bastante escasa y poco llamativa, incluso la estructura del bar y su disposición resulta un poco incómoda, al ser el pasillo tan estrecho.
Interior del bar Luanca |
Rápidamente nos pedimos nuestras tapas de tortilla, mientras esperábamos la llegada de un nuevo invitado, en este caso, quiso acompañarnos en nuestras lecciones, el amigo y también autor del blog Aventura novelada de un bibliotecario de pueblo (enlace aquí), Javier León.
Cuando nos traen las tortillas, estan todos tan ansiosos de probar la lección, que rápidamente le meten el tenedor, incluso antes de que pudiera hacer la primera fotografía, por eso, podréis apreciar en la imagen, cómo a la tortilla le falta un trozo, y no es porque el camarero se quedara con él, sino porque una tortillanda ya se encontraba estudiando la lección.
De la tortilla la mejor definición puede ser que es la "típica tortilla de excursión" de muy buen sabor y jugosita, aunque bajo mi opinión tenía algo pasado el punto de sal.
Tortilla atacada. (Véase tenedor amenazante) |
Nuestro invitado, Javier León, llega cuando estamos terminando la tortilla, así que pedimos unos boquerones en vinagre, unas papas aliñadas y un san jacobo, para acompañar nuestras cervezas. Todo muy bueno, aunque las papas fritas tipo "chip" que acompañaban al san jacobo estaban rancias, una pena porque tontamente le restaban mérito.
Terminadas nuestras tapas, marchamos hacia la última lección pendiente en extramuros, el bar la Zurrapa, que cuando llegamos y para nuestra sorpresa ya estaba cerrado, eran las 15:15 horas, por lo que tendremos que esperar a otro día.
Una vez evaluada la lección, estos tortillando le han dado una puntuación global de 6,71. Destacando la valoración de la tortilla en sí, y aspectos concretos como sabor y temperatura. Por el contrario aprueba por los pelos en decoración y el espacio.
A pesar de todo, del curso y las evaluaciones, este establecimiento, aunque pequeño, incómodo y sin decoración con personalidad, me recuerda a esos establecimientos con buena comida casera, con un público fiel de toda la vida, que acude a comer o a tomar sus tapitas, por lo que seguramente volveré, para seguir explorando su cocina.
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