lunes, 31 de diciembre de 2012

Crónica del 2012


Tal día como hoy hace exactamente un año escribía la crónica "Final de un año indeseado" donde enfadado con el Mundo y con la situación general exponía los hechos más relevantes y como no, tremendamente negativos que nos afectaron durante el pasado año 2011.

Esa entrada la finalizaba diciendo “Pero aun hay esperanzas así que os deseo a todos que el 2012 sea el mejor de vuestros años y que dentro de 12 meses cuando vuelva a escribir esta crónica sea la antítesis de la crónica de este nefasto año 2011”

Desgraciadamente andaba muy desencaminado y lo que vivimos en 2011 tan sólo fue el preámbulo de los duros momentos que se nos avecinaban a todos.

Dentro de la crisis y las nuevas terminologías que nos está obligando a aprender, a las palabras que ya incluía el año pasado habría que sumarles otras tan relevantes este año como han sido: prima de riesgo, cientos de desahucios diarios, dación en pagos, corrupción, Urdangarín, bancos de alimentos, privatización de la sanidad, IVA al 21, colas para comer…

Todo este nuevo diccionario que estamos escribiendo con la crisis no nos está enriqueciendo ni cultural, ni personal, ni anímicamente, sino que cada día que pasa, cada ciudadano de renta media de este país es un poco más pobre.

Día a día vamos ampliando la brecha entre la riqueza y la pobreza aumentando de manera escandalosa las cifras de estos últimos y viviendo cada unidad familiar situaciones y dramas únicos. Nos convertimos en víctimas silenciosas de esta durísima crisis que atravesamos y de la incompetencia de muchos de nuestros políticos y gobernantes que tanto se han alejado del sufrimiento de su pueblo.

Pero como el ser humano es de naturaleza fuerte y un gran superviviente, poco a poco vamos asimilando la nueva situación, y al igual que en periodos de guerra, comenzamos a normalizarlo todo y a aprender a convivir con ello. Nuevamente familias completas se agrupan bajo un mismo techo sumándose varias generaciones y viviendo de escasos recursos, nuevamente este país vuelve a contar al céntimo lo que gasta y prefiere los garbanzos a suculentos manjares, nuevamente nos topamos ante el racionamiento de alimentos pero esta vez sin cartillas.

Hoy día 31 de diciembre y a las puertas de inaugurar un nuevo año no quiero dar un mensaje negativo. Efectivamente la situación real es la que es y todos estamos afectados en mayor o menor medida por este ciclo que nos está tocando vivir.

Pero creo que podemos salir de ésta, quizás debamos olvidarnos de poner toda nuestra confianza en que se hará solo y serán políticos y gobernantes los que nos saquen a flote. Pienso que no, que tenemos que trabajar todos conjuntamente, tenemos que inventar nuevas cosas basadas en nuevas técnicas, debemos sacar lo mejor de cada uno y colaborar con el que tenemos al lado.

Pasemos de ese individualismo que nos ha marcado en las últimas décadas y volvamos a la cooperación, colaboremos en lo profesional como si formáramos parte de algunas de aquellas casas de vecinos donde se cuidaban los unos a los otros constituyendo una gran familia.

Hoy mi mensaje es de ánimo y de coger fuerzas para luchar conjuntamente, hablemos, mejoremos la comunicación entre nosotros y busquemos la energía para salir de este boquete en el que nos han metido, confío plenamente en la colaboración para mejorar la situación de cada uno. ¿Tú que opinas?

Feliz año 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario