Con ésta, comienza la crónica de la penúltima jornada del curso de Guías turísticos gastronómicos, y ensimismado y absorto en mis pensamientos estaba mientras Celia y Nadia comentaban sus excesos del fin de semana y la rigidez de la dieta semanal, camino de nuestro aula en Chiclana.
En la puerta, un grupo de jóvenes, entre los que se encuentra Ainhoa que nos regala una sonrisa, y un debate sobre el fin de semana se plantea en el vestíbulo con Rocío y David, mientras ojeamos los libros dispuestos para el trueque durante este mes de mayo.
Son ya las cinco, subamos al aula, y al pasar por informática, se incorpora Alberto que allí se encontraba con sus cascos puestos.
Benjamín ya dispuesto nos recibe y poco a poco vamos tomando asiento, enseguida llega la primera visita de la tarde, Benjamín nos presenta a Pedro Mateos, gerente de la quesería artesanal Los Hardales, Pedro poco a poco nos va adentrando en el mundo de la fabricación del queso con sus explicaciones, y llegamos a diferenciar el proceso de obtención entre un queso fresco y otro semi-curado o curado. Gracias a las preguntas de Ángel aprendemos lo duro que es este trabajo ganadero, ordeñar las cabras dos veces al día, preparar la leche y los quesos, e incluso arar, sembrar y recolectar el terreno de parte de su finca que destinan al cultivo para la producción de los piensos que comen sus cabras. Gracias a María Jesús, y a sus cabritas, también aprendemos cómo fabricar un queso casero. Tras una buena charla donde pudimos exprimir al máximo los conocimientos de Pedro se da por finalizada la primera visita y marchamos hacia la fábrica de embutidos Los Chiclaneros.
En la fábrica de embutidos nos recibe Ángel Marín, que nos cuenta que esta fábrica surge a raíz de la entrada en el mercado común y el recrudecimiento de las medidas sanitarias para la producción de productos cárnicos, y por ello se unieron cuatro carniceros chiclaneros y montaron la fábrica. Ángel nos acompaña a la visita de las instalaciones, que por ser por la tarde se encuentran vacías, ya que sólo trabajan por las mañanas, es un recorrido por el que podemos ver todo el proceso siguiendo una cadena, desde la entrada de las materias primas hasta el envasado y empaquetado final.
Tras finalizar la visita y degustar unos pecaminosos chicharrones nos hicimos la foto de familia junto a una apetitosa furgoneta, que al igual que la carroza de Cenicienta, pudimos ver que estaba hecha por gracia de algún encantamiento pues ¡¡las ruedas eran de chicharrones!! - ¡cuánta fantasía en el mundo de los fabricados cárnicos!
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