domingo, 30 de junio de 2013

Compartiendo la tarde entre las andanzas de Robin Jú y Miguel en Ruta


La tarde del pasado jueves resultó ser muy especial y agradable para el equipo de Vaivén GTC. Desde hace ya tiempo conocía las andanzas del bloguero y gaditano Robin Jú,  siguiéndolo en sus viajes por los más diversos rincones del planeta, llenando de sensaciones cada post que publica a los que añade su particular y cuidada banda sonora. En muchas ocasiones leerlo no solamente te permite viajar y soñar desde la mesa del ordenador, sino que sus entradas son capaces de transmitir emociones, quedando grabada en mi mente aquellas sobrecogedoras fotografías de las esculturas del hambre en Dublin.

El pasado jueves y con motivo de la visita del bloguero Miguel Ángel Cartagena del blog Miguel en Ruta, Alfonso (Robin Jú) nos escribió para ver si pudiéramos coincidir y enseñarles nuestra aplicación Guideo.

Junto a Miguel Ángel (Miguel en ruta) y Alfonso (Robin Jú)


¡Por supuesto que si! Una charla acompañada de cervezas gaditanas en el mercado central fue el preámbulo de una magnífica y sobretodo agradable comida en el corazón del barrio de la Viña. Hablamos de Cádiz, Albacete, viajes, Bangkok, cooperacionismo, blogueros…todo ello sentados  en una terraza donde lo único que volaban eran nuestras palabras pese al fuerte viento de levante que azotaba ese día a la ciudad.

Como sobremesa nada mejor que pasear y disfrutar del mar de plata de la Caleta en pleamar. Día de verano, los tradicionales vecinos del barrio tomaban el sol y se refrescaban en sus aguas, niños, madres, abuelas en bañador y aún así, uno de los rincones de Cádiz con más magia. La Caleta te hechiza de tal manera que escuchas su susurro pidiéndote que no la abandones y como niña inocente y coqueta sonríe en cada clic que dispara tu cámara, pues resulta casi imposible hacer una mala fotografía de la Caleta.
Y así me pareció le pasó a Miguel Ángel pues se quedó perdido y cautivado con su cámara durante un largo tiempo, fotografiando este rincón gaditano.

Continuamos nuestro deambular perdiéndonos por el parque Genovés y la romántica alameda Apodaca, ficus gigantes, iglesias que hablan al mar y casas encantadas, donde pudimos escuchar, gracias a Guideo, la historia de la niña de los espejos e incluso colarnos en la habitación de su casa para observar su desdicha.

Contemplando la niña de los espejos

Siguiente parada: El Museo de Cádiz y los sarcófagos fenicios, pero no caímos en que los recortes también afectan a la cultura y el museo de una capital turística permanecerá cerrado durante las tardes del verano, coincidiendo con el periodo de mayor número de visitantes a la ciudad y sus alrededores. 

Ante la imposibilidad de observar las joyas arqueológicas de Cádiz, decidimos hacer una pausa en nuestro paseo ante un café frente a otras de las joyas de la ciudad La Santa Cueva.

El café se prolongó más de la cuenta y ya se había hecho tarde por lo que había que volver. Mientras subía de regreso por la calle San Francisco, tras despedirme de todos ellos y conocer también a la familia de Robin Jú, iba perdido en mis pensamientos, reflexionando sobre la agradable tarde que acabamos de disfrutar. Sin conocernos de nada, en todo momento se respiró sinceridad y confianza y por supuesto el amor hacia lo que hace cada uno, viajar, turismo, fotografía fueron más que palabras, fueron temas tratados con pasión y cariño por encima de todas circunstancias que actualmente nos golpean.

Por mucho que oportunistas e imitadores se empeñen lo que sale de dentro con ilusión se percibe a kilómetros de distancia y por supuesto la gran calidad humana.  Así finalizaba una tarde muy productiva a nivel profesional y muy enriquecedora en la faceta personal. ¿Qué más se puede pedir? 

1 comentario:

  1. Hola Luis, se que ha pasado mucho tiempo desde que escribiste este artículo y te pido disculpas porque lo acabo de descubrir.

    Lo cierto es que fue un magnífico día, disfruté mucho de vuestra compañía y de ese genial proyecto que hoy ya es una realidad llamado "Guideo". Enhorabuena por vuestro buen hacer y espero que volvamos a coincidir en un futuro no muy lejano.

    Un abrazo!!

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